En el interior de nuestra heladera, los alimentos se conservan en estado óptimo, manteniendo su frescura y sus propiedades nutritivas. Sin embargo, para que esto realmente ocurra debemos tener en cuenta algunas consignas al momento de guardar los alimentos que ayudan a que estos no se deterioren, sino que por el contrario puedan alargar su tiempo de vida.

Las frutas y las verduras necesitan estar secas, porque la humedad favorece su putrefacción. Entonces te recomendamos forrar el fondo de los contenedores que utilices para guardarlas con toallas de papel que absorberán toda la humedad. O bien, podés limpiar y secar la fruta y la verdura que querés conservar antes de depositarla en el refrigerador, con una servilleta o con una toalla de papel que son ideales para evitar la transmisión de gérmenes y bacterias de un alimento al otro.

Si preparaste un sanguche para que tu niño se lleve más tarde, podés conservarlo en la heladera, envuelto en una toalla de papel, hasta la hora de salir. O bien, si almorzaste y te quedó una porción de comida, es importante que la envuelvas en una toalla antes de guardarla en la heladera. Una vez más, la toalla absorberá la humedad y los alimentos se preservarán mejor y conservarán su sabor. ¡Va a ser tu mejor aliada!